SINOPSIS:
Massimo tiene
poco más de treinta años y es el dueño de una pequeña cafetería en el
Trastevere, en el corazón de Roma.
Cada día, al
salir el sol, cruza las calles todavía dormidas de la ciudad y abre su bar. Sus
clientes, las nuevas recetas de café que siempre anda probando, está es su vida
y no necesita más, se dice a si mismo.
Sin embargo,
el día en que una turista con aire de andar perdida, de ojos verdes y pecas en
las mejillas entra en su bar, la vida de Massimo se altera para siempre. Pero ¿Cómo
se acercara a ella? Es esquiva y distante, no hablan la misma lengua y, para
colmo de males ella solo bebe té.
LA
OPINIÓN DE LA MARI MARI:
Terminado "El primer café de la mañana", un libro
diferente a lo que he leído hasta ahora, en este libro vives la historia metida
en un bar, o como aquí se llama un establecimiento con esa especialidad
"Cafeteria", porque lo que se hace en el Tibery (creo que lo he
puesto bien) es servir toda clases de cafés e inventar otros tantos, claro que
según el estado de ánimo en el que te encuentras te sale algo digno de ser
paladeado o vomitado, aquí, en este punto te adentras en lo que siempre digo
yo, cuando no se tienen ganas de hacer algo más vale no hacer nada, porque fijo
que no te sale, si encima estás de mal humor, bajo de moral o tienes mal de
amores, espérate los peores y más desastrosos desenlaces, menos mal que siempre
hay alguien dispuesto a echarte un cable, y nuestro protagonista,
afortunadamente tiene dos, Dario, su achacoso (según el citado) camarero, y su
voluntariosa y querida hermana. Me ha encantado cambiar de aires, moverme por
un sitio al que definitivamente estoy más acostumbrada que, por ejemplo, los
salones de baile del siglo XIX, y es que la cultura italiana es en definitiva
igual que la española, y me he sentido en ese "Bar" de Roma, como en
casa, el ambiente que crean los habituales o "parroquianos" como se
dice aún por aquí, es la norma general de lo que pasa cuando hay confianza, y
ya se sabe que la confianza, a veces, da asco... pero para eso la tienes, para
dar tu opinión, guasearte del enamorado, de su enamorada, y para darle un
codazo y decir...aquí estamos para lo que quieras. En definitiva, la parroquia
de este bar es simplemente encantadora, y la manera de describirlos a todos,
con sus nombres junto a sus respectivas preferencias preferencia, innovador y
simpático. La historia de amor va poco a poco, entre jarrones, tés, cafés,
teatros, paseos por Roma...una relación tambaleante, en la que Massimo (el galán
enamorado) pone toda su ilusión, su alegría, su luz, creatividad, y a la que
Geneive le cuesta llegar, pero a la que no puede al fin y al cabo resistirse.
Es una historia de amor por la que Massimo lucha nada más verla, y por la que
como veremos a través de las páginas, llegaría a hacer cualquier cosa, a
admitir cualquier circunstancia, a asumir cualquier eventualidad, en fin,
dispuesto a todo por tener a ese par de ojos verdes, todas las mañanas de su
vida tomando junto a él, "El primer café de la mañana".
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