miércoles, 20 de noviembre de 2019

AGUA Y FUEGO, MIL VECES Y UNA MÁS 3/ TATIANA MIER


Sinopsis:

Cris y Álex se sentaron uno frente al otro. Mirándose. Midiéndose. Ella sonrió confiada, sabiéndose fuerte. Álex lo hizo burlón, sabiéndose acorazado. Estaban convencidos de que aquella, era su última batalla. Y los dos estaban dispuestos a ganarla. A no dejarse arrastrar por el otro. No, después de haber luchado tanto.
Pero en un descuido, su piel se rozó sobre la mesa, y una vez más, el contacto fue eléctrico.

«Mil veces y una más» es el desenlace de la saga «Agua y Fuego». La historia de Álex y Cris, contada desde su propio punto de vista, y que conecta con la realidad del día a día. Una historia que se tiñe de ternura, de rabia, de tristeza, de pasión, de humor, de miedo, y de cada una de las emociones que podría sentir cualquier persona. Una historia de amor, que no solo habla de enamorarse.



La opinión de Mari Mari:

Vuelvo a traer esta reseña del tercer libro de esta espectacular trilogía.

Cris y Alex, se han vuelto a encontrar.

Y no saben cómo encauzar lo que siguen sintiendo el uno por el otro, sobre todo Alex, que tiene la picha hecha un lío.

El miedo a que solo sea un espejismo la nueva Cris que vislumbra y que le vuelve a hechizar, lo paraliza y  retrae.

Está confundido, no sabe que pensar, y que salida tomar.

Cris, lo tiene todo claro en ese tema, el del amor.

Como siempre.

Como nunca.

Ella lo quiere de vuelta, en su vida, de donde nunca debería haber salido, pero si algo tiene claro después de ocho años de noviazgo es que Alex necesita sus tiempos, y va a ser paciente con ellos.

También entiende el porqué de sus renuencias, pero ella ha cambiado, ahora prioriza, y ella misma es la principal y máxima prioridad.

Se pelean, se buscan, se rehuyen, se perdonan y por fin, se reencuentran.

Se aman, más que nunca.

Ahora falta volver a acoplarse, a confiar, a demostrar que han superado sus miedos, a sí mismos, y que son una versión mejorada del Alex y la Cris de los que se enamoraron y llegaron a amar hasta rabiar.

Pero también deberán aprender a gestionar su relación, a reencauzarla en términos menos tóxicos y egoístas, en una relación esa palabra no debería existir, se debe escuchar y mirar a los ojos del otro sin miedo a lo que se pueda ver y se deba afrontar, juntos.


El amor es saber complementarse, en lo bueno, en lo malo, y ¿Por qué no? en lo peor.

Saber que tienes a tu lado a la persona elegida, para apoyarse el uno en el otro, como en una muleta

Así es como una pareja se hace fuerte e invencible, confiando en que nunca te fallará.

¿Lograran, después de todo, plantar cara a todos sus miedos?

¿Crecerán como pareja?

En esta tercera y última entrega de la historia de amor de esta querida pareja, no van a faltar los desencuentros, pero van a predominar los acercamientos, las conquistas ganadas con esfuerzo, tesón, y voluntad de que la relación gane en solidez.

A lo largo de las tres entregas, hemos ido viendo la evolución de los personajes, desde que se conocen siendo aún muy jóvenes, pasando por una angustiosa separación, en la cual pudimos ver cómo evolucionan cada uno por su lado, como aun así piensan siempre en el otro,  sus pensamientos, sus pasos, sus inseguridades, todo, tiene que ver con la persona que ya no tienes a tu lado, pero que sigue clavada en el corazón.

En esta entrega llegamos al esperado y ansiado reencuentro.

También asistiremos a un gran cambio en la forma de aceptar y encauzar los problemas de Alex, y debo decir que es, gracias a ello, llega a convertirse en el hombre perfecto. Uno de los protagonistas masculinos que más me han gustado desde hace mucho tiempo.

La escritora tiene una habilidad innata de canalizar los acontecimientos, la relación,  sus sentimientos, sus miedos, fobias y terquedades y hacer un conjunto perfecto donde nada desmerece en la historia, todo cuenta.

Nada sobra.

Lleva un ritmo ameno, como ya nos acostumbró en los anteriores volúmenes, ágil y constante, te dosifica la trama, te hace esperar por la reconciliación, pero sin hacerte desesperar del todo, sigues sufriendo como una cabrona, pero un poquito menos, y te enamoras más, si cabe, de los personajes.

En esta entrega sigue habiendo mucha psicología, como comprenderéis, y más si os digo que la escritora ejerce dicha profesión, entenderéis mucho más lo bien que se adentra en el complejo mundo interior de los protagonistas, es por eso que lo borda, y es que sigue siendo fundamental para el discurrir en la evolución de los personajes, pero también nos encontraremos una nueva faceta de la escritora, la humorística, en la que normalmente entran los amigos, que me encantan, secundarios de lujo.

Me quedo con una escena y conversación que me hizo reír como loca.

Alba, amiga íntima de Cris, es la intermediaria de una conversación entre nuestros enamorados, están por asistir a una boda, y Alex llama a la puerta donde se arreglan las chicas para poder hablar con ella, pero se tropieza con Alba, que no le permite entrar. Solo pongo el dialogo que tiene lugar.

--¿Algo más?
--Dile que la quiero.
--Mensaje recibido. Ahora lo comunico
--Díselo ahora, que yo te escuche.
--Chicas, dice Alex que ya están montando el photocall, y que la fotógrafa estará aquí en una hora ¡Ah! Y otra cosa, Cris…--Rió por lo bajini—Dice que te diga que le pica el rabo.
Cris, le dice que también lo quiere, y Alba le hace llegar a Alex…
--Pues eso, que también le pica el coño ¿Algo más?
--Nada más.

Cada vez que lo leo…es que me parto.

El lenguaje es muy mediterráneo, lo digo por algunas palabras muy de la costa, los diálogos frescos, maduros,  psicológicos en muchos momentos, y conmovedores, te hacen una bola en el estómago que no logras desprenderte en alguna escena que, como no, es tan vivida como si estuvieses frente al televisor viendo una película, están descritas al detalle sin hacerse cansinas, ni repetitivas, todo un logro el no poder saltarse ni una coma, y eso que la escritora es propensa a pasarse con ellas (guiño de ojo).


Definitivamente tienen el honor, junto con “Jinete de bronce” de ser de las dos trilogías románticas que no he podido parar de leer hasta terminarlas, por lo intensas y adictivas que son.

Una historia capaz de destruir corazas y camuflajes, que te hará darte cuenta que en la vida tienes que ser un poco egoísta, a nivel personal, pero no, en una relación de pareja,  una sabia lección de vida, superación personal, y esperanza ante un amor perdido.

Una maravilla que podría ser la historia de amor de cualquiera, porque son personajes reales y tangibles, de los de andar por la calle, es como se suele decir, una historia real, como la vida misma.