Sinopsis:
Andrea llega a Barcelona para estudiar Letras. Sus ilusiones chocan, inmediatamente, con el ambiente de tensión y emociones violentas que reina en casa de su abuela. Andrea relata el contraste entre este sórdido microcosmos familiar poblado de seres extraños y apasionantes y la frágil cordialidad de sus relaciones universitarias, centradas en la bella y luminosa Ena. Finalmente los dos mundos convergen en un diálogo dramático.
Comparada por la crítica con Cumbres borrascosas, Nada destaca tanto por su prosa fresca y directa como por la extraordinaria sensibilidad en la recreación de una voz femenina. Cuando el libro acaba, el lector tiene la seguridad de poder encontrar, al volver la esquina, a una muchacha pálida y triste, con toda la fuerza de su juventud condensada en el mirar. Es Andrea, absorta, queriendo algo, sin saber qué. Como el resto de los protagonistas, ha nacido a la vida real por un prodigio de la creación artística.
Opinión a secas.
He elegido esta portada porque es la misma que me dieron en la biblioteca cuando pedí por ella.
Hacía ya
algún tiempo que no leía ningún clásico, el último lo deje por pura
desesperación a 100 páginas del final, hablaban muy bien de esa novela, y era
según comentaban la primera novela de lo que hoy se denomina novela negra,
algún día lo quiero acabar de leer…algún día.
Bueno como
ya comentaba hacía tiempo que no leía ningún clásico, y así por casualidad doy
con un perfil de una bloguera que tiene un club de lectura de clásicos, así es
que me hice miembro, en el momento de entrar en el estaban votando la que iba a
ser la próxima lectura, los integrantes se decidieron por “Nada” de Carmen
Laforet, el cual yo también había votado
por haber leído una muy buena crítica sobre el hacía relativamente muy pocos
días.
Esta obra
está escrita por una entonces
jovencísima estudiante de 23 años, se dice que no es autobiográfica, pero sin
embargo al parecer constan muchos datos verídicos de la vida de la escritora
que al parecer llegó a Barcelona a estudiar y vivió en la calle Aribau al igual que su personaje protagonista,
Andrea.
Por esta
obra le otorgaron a la jovencísima Carmen el premio Nadal de 1944
Así es que me
fui a la biblioteca a por él y esa misma noche lo empecé.
La verdad es
que no puedo coincidir mucho con la reseña por la cual me decidí por este título,
nuestras percepciones no podían ser más dispares la una de la otra.
El libro me
ha parecido genialmente escrito, está narrado
y descrito de forma exquisitamente cuidada, y con un lenguaje muy sofisticado
y elaborado, cuidado en exceso.
Las
descripciones son bastante visuales como si estuvieses viendo una película o
fotografías de la época, y hasta aquí lo que yo he podido ver de bueno para que
le dieran el premio con el que fue honrado.
Por otro
lado.
La trama por
momentos es envolvente y por otros cansino y monótono, y es que apenas
saldremos de una casa donde no se vive una vida precisamente apacible, sino más
bien todo lo contrario, y es que nos encontraremos con toda suerte de
variopintos personajes cada uno con historia y carácter propio, que lucharan o
más bien sobrevivirán como pueden a la lúgubre
decadencia con que la casa engulle y asfixia a sus atormentados
moradores, fieles y dignos reflejos de ella.
Cuando
salgamos de esta opresiva vivienda será de forma ligera y momentánea, nunca
demasiado, para que no logremos respirar mucho aire puro, y conoceremos a
nuevos personajes, estudiantes como la protagonista y con distintos niveles de
amistad con ella a lo largo del libro, entre estas amistades destacamos a Ena,
la cual tendrá una trascendencia crucial para el final de la historia.
La
protagonista indiscutible y que nos narra en primera persona su experiencia en
esa casa pasados ya los años, es Andrea, que llega para el fin de estudiar en
la universidad a casa de sus parientes, enseguida se dará cuenta que no es una
casa común y corriente y que sus parientes, algunos más que otros, son más
complicados de lo que ella es capaz de comprender.
La verdad es
que no he logrado conectar con la protagonista (aunque lo cierto es que nadie
lo ha logrado), me ha parecido una niña egoísta, antisocial, insegura,
acomplejada y con poca empatía también hacia los suyos, irrespetuosa con sus
mayores, ya no en la forma de revelarse en sí, ya que es algo de lo más normal,
sino en cómo pensaba de ellas, sobre todo nada más conocerlas donde no se
vislumbra ninguna clase de amor fraterno para con la abuela, que aunque hacía
años no veía si habían compartido
vacaciones y normalmente eso siempre se añora, incluso años después más si cabe
porque siempre se tiende a idealizar
esas temporadas, pues con esta protagonista en cuestión eso no pasa.
Como ya he
dicho había leído una muy buena crítica de este libro, y después leí algunas más,
la verdad es que tengo que ser bastante rarita yo, porque a mí no me ha llegado
Nada.
Las
descripciones de las penurias propias de aquella época me han parecido faltas
de emoción, como si lo que estuviera pasando no fuera con ella, se gastaba el
dinero en tonterías para la familia de su amiga, que no le hacía falta de nada,
en horas, y ella pasaba hambre el resto del mes, faltaba comida y veía como se
consumía su abuela y ella no se digna a ofrecer algo de su salario, lo del
indigente me lleno de rabia y de pena, pena por esa niña egoísta y clasista que
no tenía donde caerse muerta y se creía de otro nivel social, cuando estaba
claro que no lo era.
La
decadencia de una casa antiguamente pudiente y de sus moradores es relatada en
todo el libro en forma de malos tratos,
mentiras, insultos y vejaciones hacia cualquier miembro de esta casa de
insatisfechos, nostálgicos y atrapados en una casa donde no esperan Nada más de la vida y dejan
que la vida les pase como si Nada.
Cabe
destacar entre todos estos desangelados a la única con un corazón grande,
siempre dispuesta a perdonar, a callar, a encubrir, pensando bien de toda su
familia, aunque eso lleve a graves consecuencias por su falta de carácter, es
esa abuela de la que hablaba a la que cualquiera hubiese querido y echado de
menos.
Destacar a
la otra cara de la moneda, Roman, tío de la protagonista con múltiples facetas
para haber sido un triunfador en la vida, y que sin embargo en lo que acaba
triunfando es en su faceta de hacer que todos a su alrededor sean tristemente
desgraciados por distintas circunstancias.
También a
tía Angustias, a la que yo le hubiese dado más protagonismo y que nos dejó con un sabor un tanto amargo su
marcha y sus circunstancias.
Sera que
justo antes había leído un libro que me había tocado tanto el corazón que no
tenía cabida otro de las mismas características? Pero es que noooo, no tenía
las mismas ni mucho menos.
En las
descripciones me he quedado algo fría, pero debo admitir que ha sido la
temperatura que he tenido en toda la lectura, no he entrado en calor, no me ha
emocionado en lo más mínimo, sus frases no me han llegado al corazón en ningún
momento, no he logrado simpatizar con sus personajes, con ninguno, mucho menos
con la protagonista, que me ha parecido verdaderamente repelente en sus
actitudes.
En
definitiva, y para ir terminando que para lo que me ha gustado el libro me
estoy enrollando demasiado y todo, si queréis leer un libro con una muy
correcta forma de narrar, con un lenguaje como anteriormente he mencionado, muy
cuidado, y descripciones pasables, leerlo, pero si como yo sois de las que
buscan la chispa que necesita una historia para emocionar, para estremecer,
para empatizar con sus personajes y enamorarte de ellos, de lo bueno y de lo no
tan bueno, que describa para enamorarte de un lugar en sus malos tiempos igual
que si fuesen los mejores, que haga que cuando lo termines pienses que te
gustaría no haberlo leído para volver a descubrirlo de nuevo…no, este no es tu
libro.
Imagenes de la producción llevada al cine con el mismo nombre. |