Sinopsis:
Laurent Letellier, banquero parisino convertido en feliz propietario de una pequeña librería, encuentra una mañana de camino al trabajo un bolso de mujer depositado encima de una papelera. Intrigado, se lo lleva a la tienda con la intención de devolverlo a su propietaria. Sin billetero ni teléfono, la tarea se presenta más complicada de lo que podría parecer y Laurent, arrastrado por una irrefrenable curiosidad, empieza a reconstruir el rompecabezas de la vida de la desconocida a través de los objetos que contiene el bolso. El diario de Laure, que así se llama la mujer, una libreta roja llena de anotaciones, pensamientos y recuerdos será el hilo conductor que le proporcionará las pistas para buscarla. Pero, a la vez, la libreta es una llave a su intimidad, y Laurent se encontrará cada vez más inmerso y, en cierta forma, conectado a la historia de esta misteriosa mujer, cuya búsqueda se convierte en una absorvente labor detectivesca.
La opinión de Mari Mari.
¡¡Como me
han gustado estas frases!!
“Uno
pasa al lado de algo importante, tan cerca, que a veces, en instantes de
melancolía rayamos en la hipnosis, uno es capaz, a pesar de todo, de captar
parcelas de ese posible”
“El mensaje es confuso, pero prestando
atención se perciben fragmentos de la
banda sonora de esa vida que no ha tenido lugar”
¿Nunca habéis
tenido esas sensaciones? Yo demasiadas veces, por eso me he identificado en algunas reflexiones
entre las que se encuentran las anteriores.
Este es sin
duda uno de esos libros que sin un número excesivo de páginas, por el contrario
es más bien corto, te llegan al corazón y lo inundan de emoción, de alegría,
melancolía y buenas vibras.
Me ha ganado
su estilo evocador, he recordado mi viaje a esa bella ciudad que es París, sus
cafés, sus calles, sus edificios, comercios, el bullicio de gente en sus
arterias principales, me ha encantado reencontrarme con el putu-en-fue que
preparaba mi tía afincada en Francia desde hace años, y casi poder degustarlo,
porque la mente a veces es tan evocador que parece que hasta saborees y
degustes platos que hace años no pruebas.
Lo que
también me ha entusiasmado, porque creo que se deberían escribir más libros con
protagonistas de este tipo, es que estos ya hayan llegado a la cuarentena, que
siguieran los impulsos del corazón y la intuición cuando él al encontrar un
bolso que dentro lleva una libreta de
color rojo (color de la pasión) con apuntes de reflexiones y muy diversas cosas
se obsesionara con la identidad de la desconocida y empezara el proceso
indagatorio sobre la propietaria, que a todas vistas le puede llevar a la anhelada
felicidad.
En esta
búsqueda también se acoplara la única hija del protagonista, una adolescente
que parece un tanto alocada en un principio pero que después te das cuenta que
lo que es en verdad es más lista que el hambre, además de intuitiva y, una
buena ayuda en los momentos en que no ve la salida el pobre hombre y no sabe
por dónde tirar, ella coge las riendas y le lleva hasta la mujer de la libreta
roja.
El hecho que
también sean los dos amantes de los libros, ella una voraz lectora, él el
flamante propietario de una librería que nos introduce en la administración de
la misma, nada que se haga pesado, son algunas líneas solamente que te hace
imaginar y preguntarte qué harías tú de tenerla, nos une a los protagonistas por ese hilo rojo
de empatía lectora.
Y sobre todo,
enamora que nuestro protagonista haya cambiado una vida de lujos y dinero
“fácil” con una profesión exitosa que le brindaba lo mencionado anteriormente y
lo abandonase todo por cumplir su sueño de vivir “Entre un jardín de libros”.