Sinopsis
En 1946, en un Londres en el que todavía se perciben las heridas de la guerra, Maurice Bendrix se encuentra por casualidad con el diplomático Henry Miles, a quien no veía desde hacía tiempo. Henry está casado con Sarah, con quien Maurice había tenido un affaire durante la guerra. Cuando Henry le confiesa que sospecha que Sarah le es infiel, será Maurice, empujado por la curiosidad y los celos, quien decida contratar a un detective privado para averiguar la verdad.
El final del affaire es la mejor novela de Greene y también una de las más autobiográficas. Su meticulosa indagación sobre las luces y sombras de una relación sentimental, sobre los mecanismos del deseo y de la fe, y sobre los estrechos vínculos entre el amor y el odio conserva hoy la misma fuerza que cuando fue publicada en 1951. Traducido de nuevo por Eduardo Jordá, El final del affaire es sin duda uno de los grandes libros del siglo xx.
«Una novela tan profunda, intensa y turbadora como una mirada penetrante.» John Updike
«Graham Greene es único e inimitable… Será leído y recordado como el mayor cronista de la consciencia y las inquietudes del hombre del siglo XX.» William Golding
«Resulta especialmente conmovedora y bella la relación entre el amante y el marido, con una peculiar mezcla de lástima, odio, camaradería, celos y desprecio que está soberbiamente descrita. Y la protagonista es un personaje admirable.» Evelyn Waugh
La opinión
de Mari Mari:
Me llamó la
atención una reseña de una chica que lo había leído y no sabía bien, bien, si
le había gustado.
A mí me ha
pasado algo parecido, el libro está muy bien escrito, sin ningún género de
duda, pero la duda es la historia.
Como bien
predice el libro, es la historia de un affair que no acabó bien, y ahora que el
marido siente que su mujer se encuentra algo extraña, él desesperado se lo comenta al que es, sin
que lo sepa, el antiguo amante de ella.
Como anuncia
la sinopsis, el ex amante, coge el testigo, que no se atreve el marido, de investigar mediante un detective, las
actividades de la mujer.
Me ha
parecido tan mezquino este ex amante, tan egoísta, tan traidor. Toxico, como él
solo. Como considera que ella sí que tiene que tener un amante, porque antes de
él tuvo otros, y como quiere averiguarlo a como dé lugar, para así poderle clavar una estaca en el
corazón al marido…
A veces
incluso daba lastima, cuando empieza a rememorar su idilio y te das cuenta que
él mismo causaba ciertas desavenencias por sus propias inseguridades y miedos.
Nunca creyó en un “nosotros” y los conflictos anulaban esa palabra a cada año
que pasaba.
De ella,
dice la sinopsis que la consideran, los críticos que han escrito su parecer
para aparecer en el ejemplar, que es su mejor personaje femenino. Y yo me
digo…pues entonces cual será el peor? No quiero averiguarlo.
Ella me ha
parecido bastante patética, sobre todo cuando empezamos a saber su versión de
los hechos. Aguantaba carros y carretas,
justificaba todas las debilidades que anidaban en el como una serpiente
enroscada de la que no podía zafarse. Ella simplemente callaba, o se iba para
que pensara, o se enfadaba para más tarde llamarle como si no hubiese pasado
nada, cuando sabía que a él ya se le habrían pasado todas sus trolias.
Cuando llega
al hecho en cuestión que logra la separación…
Aquí ya me
costó, más si cabe, entenderla… entender cómo llega a pasarle eso a una persona
que no tiene fé alguna.
Como empieza
a cuestionar esa fé, y así misma por empezar a amar algo que no conoce, pero
que sin embargo cree que ha hecho un milagro para ella, aunque el milagro la
aleje de lo que quiere y desea.
No se
cuestiona, sin embargo, ponerle los cuernos con otros, como si para Dios esos
otros devaneos amorosos extraconyugales no estuviesen bajo cuestión.
Luego todo
cambia, y ella está peor que nunca, pero eso ya no importa porque está
siguiendo las doctrinas de la ley de Dios, vía matrimonio, papeles e
infelicidad.
Claro está,
que yo dentro y arraigada a mi ateísmo acérrimo no he logrado empatizar con
ella, en ninguno de sus desvaríos, y es que son tal para cual. Vaya dos.
Purgas
psicologícas religiosas que agotan y cargan a esta lectora, que a falta de 40 páginas
he pensado en abandonarlo, pero sigo, este escritor debería ser un puritano católico
de los que se creen que pueden convencer y convertir a cualquiera de seguir la
fé cristiana, solo diciéndole cuatro chorradas, y sacándose unos cuantos
milagros de la chistera.
El libro tiene
dos personajes que de no creer, pasan a ser devotos hasta de los milagros más
inverosímiles, y otro que se niega, pero que la semilla ha sido plantada.
En fin…a mi
desde luego no me ha llegado nada este libro, no me ha conmovido, se me ha
hecho pesado. Yo no me cuestiono ese tipo de cosas, nunca me ha hecho falta
creer en algo, o en alguien, para ser feliz, para ser humana y tener mis
convicciones y mis ideales, y vivir consecuentemente a ellos, y leerme el libro
entero ha sido un acto de cabezonería, y por no ser muy largo lo he podido
terminar.
Me desconcierta
y cabrea que alguien se olvide de sí misma, de lo que quiere y desea, por
seguir los dictados de una religión, cualquiera, ya que están todas hechas por
hombres para subyugar a las mujeres.
