domingo, 14 de julio de 2019

LA ISLA BAJO EL MAR / ISABEL ALLENDE


Sinopsis:

Esta es la historia de Zarité, una muchacha mulata que a los nueve años es vendida como esclava al francés Valmorain, dueño de una de las más importantes plantaciones de azúcar de la isla de Santo Domingo. A lo largo de la novela viviremos cuarenta años de la vida de Zarité y lo que representó la explotación de esclavos en la isla en el siglo XVIII, sus condiciones de vida y cómo lucharon para conseguir la libertad. Pese a verse obligada a vivir en el ambiente sórdido de la casa del amo y verse forzada a acostarse con él, nunca se sentirá sola. Una serie de personajes de lo más variopinto apoyarán a nuestra protagonista para seguir adelante hasta conseguir la libertad para las futuras generaciones. Mujeres peculiares como Violette, que se dedica a la prostitución o Loula, la mujer que organiza su negocio; Tante Rose, la curandera, Celestine o Tante Matilde, la cocinera de la plantación: personajes con este punto de magia que dan un ambiente y un color especial a la novela. Los amos desprecian y maltratan a los esclavos. Estos a su vez organizan rebeliones, una de las cuales provoca un incendio en la plantación. Valmorain huye de la mano de Zarité. Ella ha criado a Maurice, hijo de Valmorain que crece junto a Rosette la propia hija de Zarité y su amo. Como esclava, también estará al servicio de las dos esposas de Valmorain: dos personajes totalmente distintos pero muy bien caracterizados por la autora. Conforme avanza la novela nuestro personaje alcanza la dignidad que le corresponde. Vivirá su propia historia de amor y conseguirá la libertad.

La opinión de Mari Mari:

Acabado de terminar en estos momentos, y enseguida he querido plasmar mi opinión.

Que decir de un libro de estas características…que es muy doloroso, eso lo primero, porque leer semejantes injusticias hace que te duela el corazón, secuestro, viajes inhumanos e incivilizados, trabajos forzados a base de látigo tropelías, humillaciones, torturas degradantes, violaciones sistemáticas impunes, toda clase de abusos que tenía que aguantar sin derecho a queja alguna los esclavos negros.

Pero a mí lo que me sigue chocando y poniendo de una mala hostia del copón, son los blancos y su certeza inconmensurable de que son una raza superior, y civilizada.

¡¡¿Civilizada?!!

¿Cómo una raza que se cree superior y civilizada causa semejante dolor?

Donde está la civilización al secuestrar a hombres, mujeres y niños, saqueando y exterminando una aldea, matando a los que se quedaban o se oponían al secuestro masivo del poblado, arrancando a gente de su país, de su familia, viendo como los masacraban, para embarcarlos rumbo a la esclavitud más cruel, o hacia una muerte segura en esos viajes insalubres, apiñados como ganado, o peor, sin comida ni agua, haciéndose las necesidades encima, y convivir con ellas, para llegar y ser vendidos como ganado, explotados, extenuados hasta la muerte, maltratados, torturados… y sin ningún derecho fundamental, solo miedo, dolor, y esclavitud.

¿Dónde queda en semejantes circunstancias la palabra superior? Porque yo la superioridad no la veo por ningún lado.

¡¡Y no sabían por que se revelaban, y buscaban la libertad!!

A mí es que estos libros me encantan, pero sufro mucho, sé perfectamente que hubiese sido de haber estado en aquella época, abolicionista convencida y activa.

Hablando ya del libro, me ha parecido que está perfectamente bien ambientado en la época, las actitudes, pensamientos prepotentes, en la injusticia reinante para las personas de color, la impunidad de la raza blanca que tenían el privilegio de decidir y hacer lo que les viniera en gana sobre las vidas ajenas que habían truncado, la supervivencia en la esclavitud más desalmada de estas gentes que nacieron libres y el sentimiento general de recuperarla a costa de su vida, porque vivir de esa forma nada tenía que ver con esa palabra.

La vida en las haciendas, el trabajo de sola sol explotados hasta la extenuación, la cosecha, las curanderas y sus remedios, la condena de las esclavas bellas a soportar violaciones e hijos no deseados con su violador, para que después se lo arrebataran sin compasión alguna, las revueltas de esclavos, los castigos, la sociedad cerrada y racista, inhumana e hipócrita de la época.

Los entramados políticos, la economía, y sus justificaciones para no abolir la esclavitud, se pensaba que los negros había nacido para servirlos a ellos y ser esclavos, que no sabrían que hacer con la libertad, y que necesitaban mano dura porque si no eran unos vagos ¿se puede ser más simple y amoral?

De vedad os digo que leyendo estos argumentos te pones de una mala hostia…

Sigamos.

Aprenderemos a diferenciar las distintas jerarquías sociales dentro de cada raza y sus condiciones y privilegios. A mí esto también me tocaba las narices, que un mulato se creyera mejor que un negro, o que un francés mejor que un español….y todas esas jilipolleces de escalas sociales, que solo deja en evidencia la estupidez humana.

¿Cómo podían pensar que las mujeres no sufrían cuando se les arrebataba a sus hijos? Yo es que no lo entiendo, como podían pensar eso, y a la vez quitarle el hijo con la conciencia tranquila.

Uffff que me lio, me vienen cosas a la cabeza y divago.

La parte histórica también está bien documentada, y en ella te das cuenta el valor que representan los ciudadanos para los que manejan el poder, nada, primero son las ambiciones, para eso te quieren, para llegar a ellas.

La historia de Zarité, es dura, pero también es conmovedora y tierna en algunos momentos, demuestra ser toda una superviviente, y sobreponerse y luchar contra todos los avatares que la vida le va poniendo por delante. 





Es una historia larga, coral, pues vas conociendo la vida de muchos personajes, como el amo, Touluse Valmorain y sus familias, el hijo puta del capataz Cambray, Tante Rose (la curandera), Violette (cuarterona y libre) y su romance romántico con Etienne Relais, Gambo, Zacharie, el doctor Parmentier y su secreto, Sancho, el cuñadísimo que cuándo comienza a tener cierto protagonismo se cobra el corazón del lector, pues es un truhan adorable. Y un sinfín de personajes que a lo largo de la vida van llenando los días de los principales protagonistas, y que nos llenan la imaginación con sus historias, más o menos duras, pero siempre con ese aire humillante que tiene que te crean inferior en todos los aspectos, intelectual, moral, humano...etc prácticamente como si fueran bestias, más que personas.

En fin, que la recomiendo, no la dejéis pasar, es un libro para abrir y crear conciencia. Nadie es más que nadie por razón alguna, y menos que tengan que ver por como tienes el color de la piel, y de dónde vienes.

Me quedo con una de las frases principales de la novela, en ella se transmite la vía de escape con la que lograban escapar por unos instantes y volvían a ser libres.


“Baila, baila, Zarité, porque esclavo que baila, es libre…mientras baila”