ROSA DE LOS VIENTOS / NINA PEÑA PITARCH

Sinopsis:

¿Había sido buena idea apartarse del mundo y huir del pasado, para hacer realidad su sueño de ser escritora?

A medida que intenta escribir su primera novela y cumplir de esa forma con el mayor de sus sueños, Lara comienza a darse cuenta de que poseer estudios, vivir apartada del mundanal ruido y tener el corazón roto no es, pese a todo, la fórmula del éxito.

Marcel, un huraño desconocido con el que guarda un doloroso pasado común que desconoce, entrara en su mundo literario para mostrarle una nueva forma de escribir sobre el amor, descubriéndole autores, poemas y libros que cambiarán por completo las ideas preconcebidas que Lara tenía sobre el amor romántico y que le revelarán una nueva filosofía de vida.

El destino, que jugó con ellos en el pasado, vuelve de golpe para seguir atándolos a unos designios que, en el fondo, parecen estar escritos para ellos desde mucho antes de que nacieran.

¿Estará su destino profetizado en las cabañuelas del cielo de un verano?

La opinión de Mari Mari.

Hace algunos meses que compré este libro, pero debía estar preparada para él, reconozco que me toca las fibras sensibles con su escritura porque abarca siempre temas que me interesan e influyen en mi ánimo y si no estás preparada para ello pues no lo disfrutas igual que si lo estas, es una de las razones por las que muchas veces se dejan libros los cuales lees tiempo después y te encantan, hoy me ocupa su reseña, se me va a hacer muy difícil, no creo que tenga el nivel que exige un libro de tamaña envergadura.

Y es que es de una belleza que te abruma.

Solo al principio del mismo parece que te cuesta un poco, pero creo que es por el cansancio que te produce la mudanza de la protagonista, que acabas un poco sobrepasada con tanto lio de cajas, muebles, estanterías vacías….pensamientos y dudas, como puede producir un cambio de domicilio, y de vida, porque los motivos de esta, es una huida en toda regla.

A partir de ahí sí que es cierto que la historia te atrapa.

Te atrapa desde el momento que entra Salvador en escena un viejito con el que enseguida conectara nuestra protagonista, Lara, para más tarde unirse Marcel, el hijo del hombre.

Es esta una historia de casualidades, o del destino, o de ambas a la vez, no lo sé cierto, pero son unas coincidencias que rellenan el círculo del destino, que se estrecha cerrándolo poco a poco.

Así, poco a poco conoces una historia que comenzó antes de lo que parece en un principio, viviendo historias paralelas y similares que el destino no permitió encajar ni terminar.

Es una historia de dos almas atormentadas por el sufrimiento que produce el amor cuando no es reciproco, por traumas pasados originados en  una niñez con una grave carencia afectiva.

No es un libro para leerlo en cuatro ratos, no tiene un ritmo acelerado que te vaya a pasar por delante como el AVE, que pasa en un momento y si no es porque el aire que despide te despeina y hace que tus pies se despeguen del suelo, ni te enterarías que ha pasado porque ni tiempo te ha dado para mirarlo.

No esperéis pasar por el como con otros muchos, sin pena ni gloria.

No esperes acto seguido de haberlo acabado empezar otra lectura, porque tendrás que engullirlo, digerirlo, reflexionarlo profundamente y decidirte (Ya sabrás por qué cuando lo leas).

Cuando te sumerjas dentro de esta historia, conocerás la existencia por la vida de sus personajes hasta ese momento y a partir de él, un antes y un después de esa mudanza, que se distingue por su disparidad.

Volverás a darte cuenta de algo que probablemente ya sabes, que  nada es lo que parece a simple vista, y que las apariencias engañan.

Que las personas en según qué circunstancias necesitan reinventarse.

Y que después es posible volver al camino del que te desviaste ya hace tanto.

Tal vez tengas una segunda oportunidad en la vida.

Y ser feliz.

Tal vez no.

Tal vez vuelva la poesía a sonar a poesía y la puedas apreciar como antaño.

Tal vez ya sea tarde y has perdido la poesía que habitaba en ti.

 Tal vez necesites la soledad.

Tal vez la soledad encuentre compañero.

Tal vez te des cuenta que el AMOR correspondido es el verdadero, y que es poesía, es anhelo, es comprensión, es plenitud.

Me ha encantado para este párrafo ¿no es poesía?

Tal vez el agua del mar te ayude a sanar cicatrices del alma.

Tal vez la fatalidad se huela en las olas del mar.

Como la vida misma, llena de opciones, de preguntas, de respuestas, de casualidades, de desencantos, de malas decisiones e inesperados desenlaces.

Lo que puedo decir es que a mí me ha llenado de múltiples sentimientos, pero sobre todos ha predominado la nostalgia, una de ellas,  por la radio, ese aparato era para mí la fuente de la vida en mi niñez y juventud, siempre mi primera acción al entrar al pequeño santuario de mi habitación era apretar el botón de encendido del radio casette, y empezaba la vida, la alegría de la música, la alegría propia de quien no tiene más preocupaciones que bailar como si no hubiese un mañana. Ahora sino voy en el coche…apenas la pongo en casa, y es que…hay tantos es que, y para ser sincera, tan tontos.

Este es el mismo que aun tengo yo, no sé los años que tiene, mi fiel compañero.

Tiene esta escritora una prosa poética, fluida,  evocadora,  familiar, nostálgica, posee una narrativa tan intimista que hace que empatices con los personajes a la primera de cambió, te metes en la piel de ambos sin comerlo ni beberlo, y te hayas en sus encrucijadas, en el centro de sus reflexiones, de sus recuerdos, de sus desayunos y paseos por la playa, por ese pueblo de costa con olor a Mediterráneo y sabor salado que tan bien conozco, por ese cementerio de tumbas en tierra firme que ya no se dan por aquí,  por las que pasearse con la característica paz en la que habitan sus moradores.

Dos personas en sendas buhardillas enfrentadas que se miran la una a la otra, primero con recelo, después con curiosidad…poco a poco los sentimientos que pueblan en aquel lugar sufrirán comunes transformaciones.

Los sentimientos tan proverbialmente encontrados, tan bien estructurados, tan bien planificados,  tan asombrosamente descritos que en la página 248 me emocioné (y aún me quedaba…) con una congoja por esos mismos sentimientos que van naciendo entre dos personas que se podrían haber encontrado antes, y no se hallaron, aunque sus caminos insistían en buscarse.

Una lectura que despierta los sentidos totalmente, que no puedes bajar la guardia, que te habla y te hace meditar sobre el destino y las casualidades, sobre la  poesía,  los retos, el desamor, la mentira y la traición….y tantas otras cosas.

Múltiples temas para reflexionar, como el feminismo íntegro y el mal  interpretado y gestionado.

Me ha parecido espléndido como aborda el tema de los escritores noveles, o los que pretenden serlo, esos que no saben por dónde empezar, ni que contar, aunque tengan un mundo interior repleto de mil historias,  imágenes, canciones, conversaciones, personajes y situaciones…y que ante un folio en blanco se quedan del mismo color. Todos los ejemplos, reflexiones, y conversaciones me llevan a la escritora, a su forma de escribir, sus historias complicadas y magistrales, es como si se estuviese hablando a sí misma, intentando auto convencerse en el momento de la escritura de este libro que esta era su forma de contar historias, que se rendía a ella, sin la ambición de ser una de esas súper ventas con las que tanto nos bombardean con historias que no tienen “ni chicha ni llimoná”. Resolviendo al fin el perfil de su narrativa, fresca en sus tramas sencillas y complicado contenido, densa aunque amena, apacible, intuitiva, fatídica, melancólica…belleza en estado puro. 

Las citas de escritores consagrados sobre este asunto están escogidas con mimo y alto acierto, se podría sacar un pequeño manual para principiantes.

En fin, por ir cerrando… que esta mujer me absorbe y hago unas reseñas que son testamentos, y aun así no consigo nunca estar a la altura de las circunstancias, voy a dar un consejo:

LEERLO.

Hay un antes y un después a esta lectura.

Yo aún estoy dándole que te pego a mi cabecita loca.

Leerlo.

Desde mi jardín, un besito a todos, me voy a oír la radio.

Nina, tu sigue haciendo magia con las palabras.