Sinopsis:
En 1916 el artista francés Édouard Lefèvre ha de dejar a su mujer, Sophie, para luchar en el frente. Cuando su ciudad cae en manos de los alemanes, ella se ve forzada a acoger a los oficiales que cada noche llegan al hotel que regenta. Y desde el momento en que el nuevo comandante posa su mirada en el retrato que Édouard pintó a su esposa nace en él una oscura obsesión que obligará a Sophie a arriesgarlo todo y tomar una terrible decisión.
Casi un siglo más tarde, el retrato de Sophie llega a manos de Liv Halston como regalo de boda de su marido poco antes de su repentina muerte. Su belleza le recuerda su corta historia de amor. Pero cuando un encuentro casual revela el verdadero valor de la obra, comienza la batalla por su turbulenta historia, una historia que está a punto de resurgir, arrastrando con ella la vida de Liv.
La opinión de Mari Mari.
Hola, hoy desde mi jardín traigo un
libro que he devorado, del cual me apegue cual garrapata a la piel de nuestras
queridas mascotas, la verdad es que lo he disfrutado y me ha encantado.
Es el tercer libro que leo de esta
autora y no me han defraudado en absoluto ninguno de ellos, tengo suerte
últimamente, ya que he leído libros de escritores que tienen duende al escribir,
y hacen que te involucres en su historia, con todo lo que eso conlleva, desde
la primera, hasta la última página.
Está novela está dividida en dos
partes, con dos épocas distintas y con diferentes protagonistas, pero
vinculadas entre sí por una misterioso cuadro de una chica visiblemente feliz y desinhibida, pero sobre todo
enamorada del hombre que detrás de un caballete y un lienzo la plasmaba para
toda la eternidad.
La primera parte nos llevará a la
Francia ocupada de la primera guerra mundial, una época poco conocida y sin
embargo muy parecida a lo acontecido en la segunda, llama la atención el hecho
de que fuesen los mismos invasores en los dos conflictos, invasores sin ninguna
clase de compasión hacia la especie humana, sin escrúpulos, sin empatía, sin
ninguna clase de conciencia ni humildad, personas con el corazón frio y negro
como el tizón. Con tantas barbaridades cometidas en las dos guerras, tantos
asesinatos, genocidios, expoliación, tanta destrucción e invasión, no lograron entonces
lo que querían, Europa entera, y ahora, y con esto meto un poco de política de
por medio, sin bombas, sin invasión, sin genocidios, han logrado lo que tan
ansiosamente buscaron.
El caso es que en esta primera parte
conoceremos la historia del cuadro, de su protagonista, que significaba para
ella y su adorado marido, como un nazi se obsesiona por el retrato, lo que cree
ver en él lo obsesiona, y el cómo y porque acaba misteriosamente desaparecido.
En esta primera parte me ha gustado especialmente
la ubicación donde está ambientado, adoro de manera pasional e irrevocable el
país galo, y verdad es que en la boulangerie el pan no es lo que debería ser en
esos momentos, y por tanto el aroma no seduce demasiado, por no decir nada,
pero el pueblo, el hotel que regenta Sophie junto con su hermana, la cocina
llena de sabores y olores para llenar las tripas del invasor ha hecho que me
trasladara al lado de estas dos mujeres que luchan por sacar a su familia
adelante sin ningún contratiempo, aún con los pésimos recursos que cuentan para
ello, ya que todo les era robado para el bienestar de los invasores, y luego no
les quede más remedio que tener que cocinar los recursos que les eran robados
para ellos, los que los mataban de hambre, los oprimían y si osabas llevarles
la contraria te asesinaban sin ningún titubeo.
El amor, esa fuerza que mantiene a
Sophie apegada a su cuadro y al hombre que plasmo su felicidad, hará que tome medidas desesperadas y desafortunadas,
pero la esperanza será el referente para nuestra protagonista, aun cuando ni
los que están leyendo y están sintiendo como
propias todas sus calamidades, puedan sentir esa esperanza ciega hacia la
humanidad que ella tiene y se empeña en creer, esperas que no acabar
desilusionada en ese aspecto, ya que sabiendo lo que sabemos no tienes grandes
esperanzas, lo que te llevará a estar en un sin vivir hasta el final.
Es una primera parte emocionante, es
el detonante de todo, el peso esencial de esta historia, dura en muchos
aspectos y con momentos de gran tensión, emocionalmente humillante como persona
y como mujer en muchas escenas, pero con un trasfondo y veracidad histórico
rico e importante sin que haya escenas excesivamente fuertes.
Los protagonistas están muy bien
estructurados, todos cumplen con su papel a la perfección, si bien la
protagonista me ha puesto de los nervios en muchos momentos por lo ingenua,
dado el momento histórico y personal que estaba viviendo, aparte de eso me ha
gustado por el coraje y la determinación que demuestra en todo momento.
En la segunda parte cambiamos de época
y de protagonistas, volvemos a una cercana actualidad y conoceremos la
ubicación exacta del cuadro y a su propietaria reciente, la cual sin comerlo ni
beberlo se verá inmersa en un pleito judicial por la propiedad del cuadro “La
chica que dejé atrás”.
Había leído por ahí a mucha gente que
le había gustado más la primera que la segunda parte, no ha sido mi caso, para
mí se complementan a la perfección, y lo que
falta en la primera parte se obtiene en la segunda.
Me ha encantado el misterio que crea
la escritora alrededor de la desaparición, robo o expoliación del cuadro,
además conforme se vaya investigando volveremos cuando la historia lo necesita
a 1910 para seguir la historia a partir de donde se había quedado en la primera
parte, eso me ha gustado muchísimo porque sigues con el vínculo que has creado
con la primera protagonista, que te vuelve a dejar sin aliento, llena de rabia
e impotencia por todo lo que le va sucediendo.
En lo relativo al tiempo actual me ha
gustado la historia de los protagonistas, la terquedad de ella, la tenacidad
compartida con el protagonista, Paul, que me ha enamorado por su humildad y honradez, por como la adora en las
distancias cortas y largas, me ha gustado esta historia en la que el cuadro se
interpone irremediablemente entre ellos.
Liv, la protagonista, es combativa, ella siente como suyo el cuadro y
luchara por el de manera más apasionada que racional.
Así es que no me han defraudado
ninguna de las dos partes.
En la última se cerrarán todos los
frentes abiertos durante toda la lectura, dejando una grata sensación de historia
acabada y bien contada, aunque a mí me hubiese gustado saber algunas cosillas
más, pero tampoco es que hagan que la historia parezca incompleta, es más por
el simple…digamos cotilleo.
En fin, que a quien le gusten las
lecturas mezcla de novela histórica (light), con dos épocas distintas, romance con parejas protagonistas para cada
tiempo con un punto común, mujeres fuertes, luchadoras que aman con todo el
corazón, has dado con el libro apropiado.
A disfrutarlo.
Hola, si habéis
llegado hasta aquí supongo que es porque os ha interesado lo que cuento con mi
opinión del libro, ya sé que siempre andamos con prisa, pero ya que seguimos aquí
tampoco costaría nada dejarme unas palabras y así animáis el blog ¡¡Y a mí!! ¿Por
qué no reconocerlo? Muchas gracias si lo hacéis, y si no…también.
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