En 1929, el joven y avezado Jack Beilis conducía su propio automóvil, vestía trajes a medida y frecuentaba los mejores clubs de Detroit. Pero la brutal crisis que aquel año azotó América lo arrojó, junto a millones de compatriotas, al hambre y la desesperación.
Desahuciado y perseguido por un oscuro crimen, embarcará junto a su amigo Andrew hacia la legendaria Unión Soviética, el idílico imperio en el que cualquier hombre tenía derecho a trabajar y ser feliz, sin sospechar los extraordinarios avatares que les tenía reservados el destino.
Inspirada en hechos reales, con El último paraíso Antonio Garrido funde magistralmente thriller, amor y novela histórica en la dramática epopeya de un superviviente en un mundo dividido. Un formidable fresco de una época convulsa que dio un nuevo rumbo a la historia.
La opinión de la Mari Mari.
Estoy segura
de que cuando le hechas el ojo al título de este libro, poco, o más bien nada
puedes imaginar lo que realmente vas a encontrarte en el interior de sus
apasionantes paginas.
Una novela
plagada de historia, con una narración en la que ahondaremos en el instinto de
supervivencia que tenemos las personas, tal vez algo agazapado, pero que sin
duda sale a la luz cuando se le necesita, la esperanza, esa bonita palabra,
pero que es más que eso, ya que sin esperanza, tal vez ese instinto tan
necesario cuando las cosas se tuercen no saldría a la luz, porque si no hay
esperanza ¿para qué quieres salir adelante?
Esta es la historia de familias enteras que lo
perdieron todo en su país, un país devastado en aquellos años por una profunda
depresión, (conocida también como crisis del 29, una gran crisis mundial que se
origino en EE.UU con la caída de la bolsa, lo que se conoció como “crac del 29
o Martes negro”)
La gente no
atisbaban ninguna salida, se habían quedado sin lo esencial, el empleo,
que es el ancla de lo fundamental, no
tenían nada con lo que poder alimentar a sus hijos, el futuro se había esfumado
y la desesperanza empezaba a sentarse en sus mesas llenas de una comida inexistente.
La
desesperación se va a dormir con ellos cada noche, se acuesta en medio de los
matrimonios que desesperados ven como sus hijos van deteriorándose de inanición,
y no saben si más pronto que tarde se quedaran sin el techo que les cobija,
también se acurruca junto a esos niños
que no siempre tienen que comer y cada vez se les ve más frágiles y
deteriorados, que ven a sus padres preocupados, exhaustos en una lucha que
tienen perdida antes de haberse iniciado, no tienen dinero para comprarse las
cosas del colegio, ni una muñeca de
trapo o un balón…la desesperación también va junto a ellos, tomándolos de la
mano como una fiel y dedicada institutriz.
Pero a
veces, yo quiero pensar que siempre, llega un rayito de luz y de esperanza a
las puertas de estas casas desoladas por el pesimismo, la tristeza, el hambre,
el desempleo…la impotencia.
Pero… ¿Qué
pasa cuando todas tus esperanzas se desmoronan? ¿Cuando el paraíso que te
vendían termina siendo una falacia? ¿Cómo vuelves a salir del atolladero ahora
tan lejos de tu país de origen y con un régimen político opresor y dictatorial?
El autor nos
describe el ambiente hostil de la dictadura comunista totalitaria de
Stalin, a la que se enfrentaron estos
valientes ciudadanos, donde no cabía la réplica, ni la oposición, donde estabas
con ella o en contra, y si estabas en contra…pobrecito de ti, porque no encontrabas más que, en el mejor de
los casos la muerte, imaginaos como eran las condiciones en las cárceles para
llegar a decir esto. Una revolución que estaba basada en una utopía hermosa,
pero que ni ellos mismos se la creían.
Los
confinaron en viviendas que nada tenían que ver con lo prometido, o con lo que
imaginaban, y donde, pronto se dieron cuenta, en la mesa volvió a sentarse la
desesperanza cuando ni con trabajo tenían, en muchos casos, ni comida para comprar, cartillas de
razonamiento desiguales según categorías, cuando el régimen proclamaba la
igualdad a diestro y siniestro.
Como es de
esperar, todas estas situaciones llevan al conflicto más pronto que tarde.
Y aún así
siempre hay gente que saca rendimiento de las malas épocas, solo hay que ser
ambicioso, estar en el lugar indicado en el momento propicio, y tener ideas y
arrojo.
Esto nos
lleva hacia nuestro protagonista.
Jack Beilis,
no quiere irse a Rusia, pese a que sus padres provienen de allí, sabe hablar un
ruso fluido y está desesperado a más no poder, aun así, y pese a todo, no
quiere ir. Pero el destino, se coge de la mano de varias circunstancias,
situaciones y personajes y hará que no le quede más remedio que embarcarse
hacia ese futuro prometedor, ese “último paraíso” del que todos hablan, y él es
tan escéptico, pero cree que no le queda otra salida, debido a las
circunstancias personales que al parecer lo obligan.
La providencia actuara pronto, y se hallara en
el sitio indicado en el momento oportuno, y debido a la profesión que
desempeñaba antes de ser despedido por la gran crisis, logra entrar a Rusia por
la puerta grande. Le echa desparpajo, no se rendirá ante las negativas y logra
un puesto relevante con un sueldo nada deleznable.
Pero no se
conformara con eso, y sacara partido de la situación en todo momento, con ayuda
de diversos personajes que hará que en medio de la escasez y con toda clase de
negocios de contrabando de todo tipo, encontrara el modo de subir sus
ganancias, status, y modo de vida, acercándose con pasmosa facilidad a lo que
desea. Esto hará granjearse la simpatía o la antipatía, el aprecio u el odio, el
respeto de unos pocos, y la desconfianza de otros muchos, y hasta el interés de la mujer, rica y
distinguida, aunque más fría que el mármol, a la que pretende en un principio.
Un interés cero romántico.
Aunque pueda
parecer que va a ser un protagonista odioso, no lo será en absoluto, porque
aunque la ambición le dicte ir por un camino egoísta, despreocupado e inhumano,
la conciencia hará que entren en conflicto continuamente sus intereses, y su
compasión relucirá la humanidad del personaje que dará un giro de 180º cuando
el amor verdadero se cruce en su camino cuando menos y con quien menos esperaba.
Todos los
personajes, principales y secundarios están muy bien perfilados, descritos
tanto físicamente como psíquicamente, aunque sea políticamente hablando,
habiendo personajes que nos sorprenderán en el transcurso de la historia, tanto
para bien, como
para mal.
Es una
historia adictiva, súper bien documentada, y con una historia apasionante y
apasionada, meticulosamente narrada, con descripciones de diversas situaciones
duras y crueles, pero con un lenguaje cuidado y elegante.
Con una prosa fluida, amena,
emocionante y intensamente emotiva que hará que no puedas despegarte más de lo
estrictamente necesario del libro (todos tenemos vida fuera del libro y hay que
ocuparse de ella), porque te encuentras
en medio de las penurias, la congoja y la impotencia en las que se vieron
inmersos las personas que pensaron que la vida ya no les podía ir peor, y
vieron que si que podía, que la vida, a veces se ensaña con crueldad con las
victimas y no con los verdugos, en definitiva, que la vida no siempre es justa.
Así pues, no quieres desampararlos en los momentos de máxima impotencia y desesperación dejando la escena
a medias, porque parece que los desampares, tanto te calan los infortunios que
les toca pasar, o porque estas en un punto decisivo, con la intriga y la
agitación del momento corriéndote por las venas y no puedes, aunque sea por
unas pocas horas, dejar la escena como esta, en suspenso, e ir preguntándote
hasta la hora de volver a poder sentarte a leer, que estaría pasando mientras
tu tenias que ir a hacer la cena.
Unos hechos históricos,
que aunque acaecidos en el siglo pasado
esta de rabiosa actualidad, ya que ¿Quién no conoce actualmente a alguien que
ha tenido que emigrar para poder trabajar debido a la crisis en la que aun
estamos inmersos?
Además,
podemos apreciar, y es cierto, está científicamente probado, que al parecer diversas conductas detestables permanecen
inamovibles en el ADN de una cuarta parte de los seres humanos, para desgracia
del otro tres restante.
La verdad es
que no me esperaba un libro con una trama tan enrevesada y bien hilvanada, donde
se mezclan ingredientes para una historia consistente: pobreza y desesperación,
hambre, esperanza, engaño, decepción, varias y viles traiciones egoístas, obsesiones,
supervivencia, ambición, codicia, pasiones….y como no, el amor verdadero, que
pondrá la vida y las ideas y convicciones de los enamorados patas arriba.
Y por si
todo eso no fuera suficiente, como telón de fondo, la política, con los abusos
de poder, los fanatismos políticos, las ideologías románticas desmembradas y
violadas sistemáticamente por quien se erigieron como sus defensores, obligando
a los demás a obedecerlas, un régimen
totalitario, un dictador inflexible e insensible con las desventuras de su
pueblo y con los que prometió proteger…
Y con todo
esto y mucho más, que no se puede desvelar a riesgo de cargarnos la lectura,
nos secuestrará su autor en una historia
absorbente de principio a fin, un final abierto que me hace pensar en una
esperada segunda parte.
Por este
libro su escritor ha sido galardonado con el premio “Fernando Lara” del 2015, para mi muy bien
adjudicado. Enhorabuena.
Besicos.
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