Sinopsis:
«Muy bien escrito y una historia cautivadora.» Country Wives «Un romance bellísimo y fascinante.» Amazon Misterio y romance en un paisaje idílico Ellen Trawton está a punto de casarse con un hombre al que no ama, su trabajo la deprime y su madre se entromete en todos los aspectos de su vida. Cuando un día descubre un puñado de cartas dirigidas a su madre por una tía Peg, cuya existencia hasta entonces desconocía, decide huir. ¿Qué mejor lugar para romper todo contacto con el pasado que el imponente paisaje de Connemara? Pero tras la salvaje belleza de ese perdido rincón de Irlanda se oculta un misterio que parece imposible de desentrañar. Como la oscura y solitaria presencia de Conor Macausland, un hombre desolado por la trágica muerte de su esposa Caitlin en el viejo faro. El encuentro casual entre Ellen y Conor genera una conexión muy especial e imposible de soslayar, pero Ellen no tarda en darse cuenta de que el pasado de Conor no es lo que parece, y que su propia familia también alberga secretos en su pasado. Santa Montefiore nos trae la fascinante historia de una familia dividida y de un amor que se niega a morir .
La opinión de la Mari Mari.
Terminé de
leer el libro a las 2:45 de la madrugada, lo tenía claro ya por la tarde, hasta
que no lo acabara no me marcharía a dormir, no podía dejarlo, imposible, sabía
que si me acostaba sin terminarlo no podría dormir a gusto, y la verdad es que
aún así me costó dormirme, ya que había vivido una gran historia de amor y
misterios del pasado como hacía tiempo no leía y disfrutaba.
Siiii,
siiiii, habéis leído bien el final del párrafo anterior, lo he vivido yo, y es
que esta escritora en este libro no me ha dejado ser simple espectadora, en el
a diferencia de los anteriores hace que te adentres en la magia que encierra
entre sus páginas, ese sortilegio, ese poder superior, que muy pocas veces creo
que se consigue.
En este
libro tendremos alguna sorpresa, como que la única narradora en primera persona
es… un fantasma, o espíritu, o alma, o simplemente energía, estas cosas nunca las tengo muy
claras, ella es parte de la historia, iremos conociendo su personalidad tanto
en vida como siendo lo que es en el momento de la historia, y conoceremos de su mano lo que le paso, cunado murio, el porque, y la razón por la que aún no descansa en paz, ahora es mera
espectadora, bueno…casi.
Ellen, la
protagonista, huye de su vida y de su manipuladora madre, a la vez que de un
compromiso que no desea y decide coger la maleta e ir al único sitio que sabe
nadie la va a ir a buscar, a Irlanda a conocer a su tía materna, ya que nunca
han mantenido relación, lo que se encontrara desde luego no será ni mucho menos lo que se
esperaba, ya que tiene una gran, cálida, entrañable y unida familia de tíos,
tías y primos.
Totalmente
descolocada Ellen querrá averiguar porque su madre nunca mencionó este hecho, y
el porqué de semejante misterio. Lo que en un principio es una visita de unos
días para despejar la mente se convierte
en un ideal de vida cuando conoce a Connor y ambos caen bajo el hechizo del
amor, y ¡¡cualquiera no!! Conforme lo describe la autora no tienes más opción
que enamorarte de él, hombre atormentado, 42 años, alto, seductor, guapo no, lo
siguiente y con un carácter de mil demonios según la difunta, pero que sin
embargo con Ellen no saca a pasear, un protagonista que hará las delicias de
las romanticonas que llevamos dentro, tiene momentos únicos, a mi me encanto el
momento ropero, hasta aquí puedo leer, no quiero pifiar nada. jeje
Ellen
buscara el origen de la ausencia de relación de su madre con su familia, y
Connor la ayudara en sus pesquisas y le abrirá los ojos en alguna que otra ocasión. Y lo que encuentra, de verdad, no era
lo que se esperaba, por lo que la dejará
aturdida y en un mar de dudas para manejar dicha situación.
Es un libro
con un sin fin de personajes secundarios, ya que cada uno tiene su relevancia
en la trama, pero yo de entre todos me
quedo con tía Peg, y Dylan, con los cuales la protagonista siente una
conexión especial desde el principio, conoceremos sus historias y nos
emocionaremos con ellas, así sabremos de donde procede la melancolía de tía Peg
y el porqué de la adicción de Dylan, la una desgraciadamente trágica y la otra una
historia conmovedora de amor y renuncia, de espera y esperanza, y de un premio
final ganado.
Me ha
emocionado en gran medida el padre de Ellen en una charla intima, confidencial
y emotiva, cargada de amor paternal y falto en gran medida de prejuicios, todos
lo que sin embargo le sobran a la madre. La valentía de ella al iniciarla,
sabiendo el dolor que podría causar y la sorpresa al no descubrir nada que no
supiera su interlocutor, la franqueza, la comprensión, el amor, la riqueza de
corazón que se encuentra en un padre siempre indulgente, pero poco dado a los manifestaciones
afectivas, como todo buen inglés.
Es un libro
donde conoces el verdadero significado de la familia unida, una familia que
sabe perdonar, tender la mano, una familia para lo bueno, y para lo malo, que
recibe con los brazos abiertos a la desconocida recién llegada, y a la que huyo
de los prejuicios de una sociedad fervientemente católica.
Me ha
gustado viajar a Irlanda, ¡¡Gratis!! He estado en un pueblo rural de pescadores
encantador, respirando el pasto de sus montañas mezclado con el aroma del mar,
me he paseado por sus calles adoquinadas, donde el centro neurálgico de la
población es el pub “Pot of gold”, me he hecho unas birras en compañía de tan
grata familia y hasta he acabado un tanto achispada.
Pero sobre
todo me ha gustado la tía Peg, ¡Como he adorado a tía Peg! Quisiera una así
para mí. Es mujer encantadora, maternal, sensible, comprensiva, cariñosa, es
una mujer con duende, con la que
enseguida se sentirá conectada, ¡y su casita!… con su techo de paja, en lo alto de una loma,
con vistas al viejo faro quemado en ruinas, con la cocina como punto 0 de la
casa, con su chimenea para poder leer en las largas noches de invierno a su
abrigo, muchas veces llena de familiares ruidosos y otras llenas de miradas y
confidencias de un amor que lleva años gestándose…
Allí, en un
rincón de tan encantadora morada me instale, para poder sentir todas las
sensaciones de esta gran familia, de esta gran historia de la que tardare mucho
en desprenderme de su hechizo, y que me
gustaría no haber leído para poder volver a descubrir esta encantadora lectura.
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